Nuestra Historia
Abril de 2002
Nuestra historia empieza en Quibdó cuando Biviana Rico, recién graduada en Administración de Negocios de la Universidad EAFIT, recibe una oferta laboral en la ciudad. Sin embargo, al llegar, se da cuenta de que hay un mercado poco explorado: las cremas caseras. Viendo una oportunidad, decide innovar y lanza Helados Rico con tres sabores iniciales: coco, piña y maní.
Los primeros años – Trabajo, pasión y aprendizajes
Con el apoyo de su madre, doña Noelia, Biviana comienza en un pequeño local con un congelador que apenas funciona. Cada día, producen helados en la mañana y los venden en la tarde, agotando el stock rápidamente. El negocio crece, pero también surgen desafíos: la producción manual y rudimentaria no permite escalar fácilmente. Esto las motiva a buscar formas de hacer sus procesos más eficientes.
Expansión, La primera heladería
A medida que la demanda aumenta, también aparecen problemas con la producción, generando pérdidas. Para solucionarlo, deciden abrir su primer punto de venta, lo que permite mejorar la distribución y ampliar la oferta de sabores. Con este paso, Helados Rico se convierte en una heladería consolidada en Quibdó.
Una decisión difícil – El traslado a Medellín
El crecimiento trae consigo nuevos retos. La escasez de agua en Quibdó afecta los procesos de sanidad, poniendo en riesgo la calidad del producto. Ante esta situación, Biviana y su equipo toman una decisión clave para el futuro de la empresa: trasladar la producción a Medellín, donde podrán garantizar mejores condiciones y eficiencia en los procesos.
Nuevos desafíos – Logística y distribución
Adaptarse a Medellín no es sencillo, pero el cambio permite mejorar la producción. Sin embargo, surge un nuevo obstáculo: el transporte de los helados hasta Quibdó. La distancia y la necesidad de mantener la cadena de frío representan un reto logístico, pero con esfuerzo y optimización encuentran la manera de minimizar las pérdidas y garantizar la calidad.
Hoy – Un futuro con grandes oportunidades
Helados Rico se ha convertido en una empresa sólida en Quibdó, con planes ambiciosos de expansión en el área metropolitana y el oriente. Su compromiso con la calidad, la innovación y la pasión por ofrecer los mejores helados sigue siendo el motor de su éxito.
